La percepción idealizada del hombre se ajusta a las características imaginadas de un superhéroe: Atractivo convencional, abdominales definidos, músculos prominentes y, bueno, prominencia en su virilidad. Es una caricatura perfecta del hombre varonil: uno que no come quiche y nunca enferma. Y según la cultura popular, gran parte de su poder reside entre sus muslos.
El impacto de las creencias sobre la virilidad en la salud
Los expertos creen que este tipo de pensamiento puede ser peligroso porque instiga comportamientos riesgosos desde la infancia.
«Nos esforzamos mucho en enseñar a los niños actitudes y comportamientos tradicionales que, en última instancia, pueden matarlos», dice el Dr. Will Courtenay, un psicoterapeuta en Oakland, California. «Desde la adolescencia, tienen mayor riesgo de sufrir un accidente automovilístico o de contraer cáncer de piel. No toman precauciones». Y temprano en sus vidas, se les inculca que un pene grande es indicativo de ser más hombre. Simboliza virilidad, potencia y poder.
El estigma en torno a la salud masculina y virilidad
El Dr. Dicken Ko, director de urología regional en el Massachusetts General Hospital, señala que existe una percepción social arraigada en muchas culturas de que la salud masculina no es un tema para ser discutido.
La influencia de la cultura popular
Los expertos señalan a la construcción social y la cultura popular, en particular, como los culpables de este fenómeno.
Parte de esto también se atribuye a la proliferación de la pornografía. Un estudio de 2013 de la Universidad Caledonian de Glasgow y publicado en la Revista Internacional de Salud Masculina, establece un vínculo entre la pornografía en internet y la autoestima de los hombres en relación con su pene.
La brecha entre cuerpo y salud
Esto crea una brecha más profunda entre el cuerpo de un hombre y su salud mental y física. Courtenay señala que aunque no se han realizado muchos estudios sobre los efectos de la pornografía en los hombres, las últimas décadas han visto un cambio significativo en la percepción de sus cuerpos.
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